las drogas en los adolescentes

Muchos jóvenes creen que las drogas o estimulantes les ayudará a aclarar sus ideas y a mantenerse más activos. Algunos las usarán como una forma de llamar la atención de sus padres o evadir los problemas que los agobian.
Piensan que probando un poco de estupefacientes, solo por curiosidad, no les hará daño, y que así podrán escapar de sus problemas; pero esto en ningún caso les ayudará a solucionarlos. Por el contrario, si el chico o la chica arrastra una serie de conflictos emocionales, estos se agudizarán. Por más que pase el efecto de las drogas, los sentimientos y problemas continuarán, y solo terminará por arruinarles la vida.
¿Qué lleva a los adolescentes a involucrarse en el mundo de las adicciones como el de las drogas? Una de las causas es la presión grupal, que para ser aceptados o encajar en ese círculo, los jóvenes se ven obligados a probarla como requisito de aceptación.
Una segunda causa es la soledad, el sentirse abandonados porque piensan que sus padres no se preocupan por él o ella, los inducirá a probarla. La ausencia permanente de los padres por motivos de trabajo, viaje o separación, puede generar un vacío inmenso en el joven; de ahí que busquen llamar su atención consumiendo estos estupefacientes.
La reacción de los padres no tardará en llegar, entonces vendrán las reprimendas, los llamados de atención, los reclamos… y tratarán de echarle toda la culpa al adolescente llamándolo irresponsable, mal hijo o crearles sentimientos de culpa porque responden mal a todo el esfuerzo que ellos hacen por su educación.
Estas, entre otras razones, son algunos aspectos que pueden llevar a una persona, especialmente a un adolescente, a consumir drogas.
La falta de comunicación en la familia, la pobreza familiar, la desintegración, la baja autoestima, entre otros aspectos, pueden fácilmente ser el caldo de cultivo para generar adicciones, entre ellas las drogas.
El adolescente que se encuentra bajo el efecto de las drogas puede sentirse eufórico o irritable, entrar en una profunda depresión o agresividad, perder la noción temporal de las cosas, y en casos extremos puede llegar a delinquir con tal de continuar con su adicción.
Todo esto podrá contrarrestarse cuando la familia, los padres, le brinden al adolescente los elementos y conocimientos necesarios para apartarlo de este tipo de adicciones.Enseñarle a convivir con este tipo de problemas sociales, le ayudará al adolescente saber discernir dónde está el peligro y apartarse a tiempo de él.
Por supuesto, estos conocimientos vienen acompañados de afecto, seguridad emocional, estabilidad familiar, comunicación permanente, entre otros, que ayudarán al adolescente a hacerlo más fuerte emocionalmente.
como saber si mi hijo es drogadicto
Considere y conteste las siguientes preguntas
1) ¿Parece retraído, deprimido, cansado y descuidado en su aspecto personal?
2) ¿Lo nota hostil y falto de cooperación?
3) ¿Se han deteriorado sus relaciones con miembros de su familia?
4) ¿Ha dejado a sus antiguos amigos?
5) ¿No le va bien en la escuela? ¿Ha empeorado las notas o su asistencia es irregular?
6) ¿Ha perdido interés por los pasatiempos, los deportes u otras actividades?
7) ¿Ha cambiado sus hábitos de comer o de dormir?
8) ¿Usa desodorantes o perfumes para tapar algún olor?
9) ¿Tiene actitudes beligerantes ante sus preguntas o reclamos?
10) ¿Tiene las pupilas dilatadas? ¿Tiene los ojos colorados?
11) ¿Tiene conversaciones telefónicas o encuentros con desconocidos?
12) ¿En su casa faltan objetos de valor? ¿Tiene una necesidad creciente de dinero?
13) ¿Está más pálido de lo habitual? ¿Se dejó el pelo descuidado?
14) ¿Encuentra usted cajitas de fósforos agujereadas en el centro del lomoo cualquier otro artefacto (biromes o tubitos) que sirvan para fumar la colilla de un cigarrillo sin filtro hasta el final?
15) ¿Tiene papel para armar cigarrillos?
16) ¿Usa colirios?
17) ¿Tiene manchas de cigarrillos en los dedos?
18) ¿Tiene feo olor, incluso en la vestimenta y en las sábanas?
19) ¿Tiene elementos que permitan picar la droga como hojas de afeitar o tarjetas duras?
20) ¿Tiene elementos que permitan aspirar la droga como bolígrafos sin tapas ni tanque, tubitos, pajitas o billetes enrollados?
21) ¿La nariz le sangra o gotea a menudo?
22) ¿Tiene dificultad para hablar?
23) ¿Tiene marcas de pinchazos en brazos o piernas?
Atención: Tenga en cuenta que algunos de estos síntomas pueden aparecer en jóvenes que no se droguen. No por usar un arito o dejarse el cabello largo, un joven utiliza drogas. Se trata de síntomas a tener en cuenta que deben sumarse a los otros según la siguiente tabla:
De 0 a 3 respuestas positivas: No hay problema a la vista.
De 3 a 10 respuestas positivas: Alerta, esté atento a su conducta y controle sus pertenencias. Consúltenos si lo cree necesario.
De 10 a 14: Consulte con un centro especializado. Es probable que necesite ayuda.
15 o más: Seguramente tiene un problema con las drogas y necesita un tratamiento.
Esté alerta a indicios de uso de drogas y a la presencia de los artefactos utilizados para ingerirlas como papeles para armar cigarrillos, balanzas, biromes sin tapita y sin tanque, cucharitas, jeringas, tubitos que puedan servir de inhalador, tarjetas o billetes con un sabor amargo y anestesiante, espejos. Estos elementos pueden ser indicios del uso de drogas y cuanto antes detecte el problema, más fácil será ayudarlo.
No enfrente a un joven que se halle bajo los efectos del alcohol o de las drogas. Espere a que esté sobrio para hablar con él. Entonces explíquele sus sospechas con calma y objetividad, y busque la ayuda de otros miembros de la familia para respaldar sus observaciones.
Generalmente, los jóvenes que se drogan no son honestos y niegan la adicción. Si usted cree que él no está diciendo la verdad, y las pruebas de que padece una adicción son evidentes, hágalo evaluar por un profesional especializado. Muchas veces el adicto termina aceptando que se droga y para conformar a los padres promete no volver a hacerlo. Pero en un altísimo porcentaje de jóvenes adictos esta promesa sólo queda en el intento y la persona continúa drogándose solapadamente.
Si su hijo está consumiendo drogas, no se eche culpas ni pierda tiempo esperando que el problema se solucione por sí solo. Lleve de inmediato a su hijo a una consulta con profesionales especializados y en caso de que él se niegue, concurra usted y pida asesoramiento. ¡La salida de la droga es posible!